CUIDADORA INFANTIL





Hay momentos en la vida, que por unos motivos u otros, surge la necesidadde que alguna persona, externa al círculo familiar, nos ayude en determinados aspectos de la vida diaria y, en muchas ocasiones, esta necesidad de ayuda gira alrededor del cuidado de los hijos, cuando éstos son pequeños.

En estas situaciones y cuando no se cuenta con experiencia previa en la selección de este tipo de personal doméstico, aparece la duda de cuáles deben ser concrétamente las funciones de una cuidadora infantil.

Sin duda que una de las principales es el colaborar con los padres en la educación de los pequeños, ya que en muchas ocasiones éstos comparten más tiempo, en los días laborables, con la cuidadora que con los padres y el primer paso para colaborar en estas labores educativas es proporcionarles estímulos positivos. Con ello se configurarán las bases de la relación, a la que se sumarán las tareas de cuidarlos – darles de comer o bañarlos – y realizar ciertas tareas domésticas, como limpiar la casa o cocinar. De cualquier forma son los padres los que conociendo las necesidades concretas, deben establecer las funciones principales.





Siempre es importante, cuando alguien va a realizar estas tareas dentro de la familia, el dejar muy claro cuáles son sus competencias para evitar malentendidos y que sea lo más eficiente posible en su trabajo.

Pero hay que tener también en cuenta, que se va a involucrar en algo tan sensible como es la educación de los hijos y, por tanto, es fundamental fijar unas normas de como se desea que sea esa educación cuando los niños estén bajo su cuidado, qué es lo que esperamos de ella en este aspecto, para de esta forma evitar posible confusiones en el niño o que pueda surgir algún tipo de conflicto.





Aunque no hay nada más cierto que cada familia es un mundo y tiene unas necesidades concretas, sí que se pueden definir una serie de tareas generales, para las que todas las cuidadoras infantiles deben estar preparadas y ser capaces de asumir y realizar:
Ser capaz de crear un ambiente agradable y seguro que sea estimulante para el niño.
Preparar sus comidas, darles de comer y cambiarles los pañales.
Mantener un ambiente higiénico, con una habitación limpia y arreglada.
Hacer actividades en el exterior de la vivienda familiar; llevarlos a pasear y a jugar con otros niños, a hacer ejercicio, procurando que se relacionen y se diviertan, siempre en un entorno seguro y controlado.



Cuidarlos en caso de enfermedad.
Ser capaces de detectar las necesidades del niño incluso antes de que éstas sean absolutamente evidentes.

Y sobre todo, desarrollar con el niño un ambiente de cariño y respeto ya que juntos van a pasar mucho tiempo, durante un periodo muy importante de la vida como es la primera infancia.




No hay comentarios:

Publicar un comentario